[Spanish] Habitar la lengua: formando profesionales para una sociedad mejor

En el mes de abril de 2024 comienza el programa de formación "HABITAR LA LENGUA: Traducir, interpretar, corregir, comunicar y vivir con empatía de género y con foco en la diversidad y la inclusión", impulsado, organizado y coordinado por Silvia Falchuk, traductora pública de inglés, consultora lingüística y capacitadora, y Mariana Favila-Alcalá,  traductora, editora y revisora.

Entusiasmada con la propuesta y después de tener el placer de conocer a Silvia durante el I Congreso Internacional de Traducción e Interpretación organizado por el Colegio de Traductores Públicos e Intérpretes de la Provincia de Buenos Aires en 2023, no pude dejar pasar la oportunidad de entrevistarlas para conocer un poco más sobre este viaje de formación y actualización profesional que proponen. Comparto esta interesante entrevista escrita...


¿Qué las motivó a crear el programa Habitar la lengua y cuál es su principal objetivo?

En sintonía con los cambios sociales, culturales, políticos y económicos —presentes en agendas de gobiernos, organizaciones y empresas—, se nos hacía vital y necesario diseñar e implementar un programa sobre temáticas de importancia crítica para nuestra comunidad profesional.

Pensamos en este innovador programa como un desafío académico desacartonado y descontracturado, que ofrece nuevas lentes para ver el mundo, al tiempo que abre renovados horizontes y oportunidades laborales.

Lo diseñamos como un viaje de formación y actualización, como un espacio de reflexión lingüística, cuyo principal objetivo es acercar —a la comunidad profesional que se dedica al trabajo con la lengua— la posibilidad de abordar la comunicación textual y visual con mirada inclusiva, empática, humanista, plural y con perspectiva de género, en pos de una sociedad más justa, más humana y más igualitaria. 


¿Cómo definirían la perspectiva de género en la comunicación y cómo se refleja en el programa?

Son diversas las definiciones del término perspectiva de género; depende, como en muchos otros casos, de la fuente que se consulte y de los fines que dicha fuente persigue. En el ámbito de la comunicación, funciona perfectamente la definición que ofrece UNICEF Argentina en su Guía para periodistas sobre comunicación, infancia y adolescencia: "una categoría analítica [...] para cuestionar los estereotipos y elaborar nuevos contenidos que permitan incidir en el imaginario colectivo de una sociedad al servicio de la igualdad y la equidad". 

En suma, se trata de una herramienta que, por un lado, permite analizar y detectar prácticas comunicativas que de una u otra forma causan daño a comunidades o grupos de personas; y, por otro, promueve la creación de contenidos que tracen caminos colectivos que lleven a un mundo más vivible para más gentes. 

Cada uno de los seminarios del programa "Habitar la lengua" incorpora esta mirada crítica desde diferentes aristas, sean geográficas, genéricas o profesionales. En otras palabras, cada docente insta al alumnado a mirar la lengua, el discurso y los contenidos que se producen en distintos ámbitos —publicidad, textos médicos o académicos, etc.— desde otro lugar, para que puedan detectar los estereotipos, que no solo se centran en la diversidad sexogenérica. 

De ese modo, el programa "Habitar la lengua" busca detonar la creatividad en las prácticas comunicativas que ocultan, oscurecen, desdeñan, ignoran, atropellan o desconocen las subjetividades y vivencias que no corresponden con la idea de sujeto universal, que es blanco, masculino, heterosexual, católico y de clase alta.


¿Cómo seleccionan a los profesionales que imparten los seminarios en el programa y qué criterios siguen para ello?

Veníamos organizando diversas actividades de actualización formal en diversos formatos —como seminarios, webinarios, conversatorios, círculos de lectura y debate, vivos en Instagram, entre otras propuestas—; también fuimos participando de innumerables instancias de formación y “consumiendo” bibliografía especializada. Así, íbamos dándole forma a la idea de diseñar un programa como "Habitar la lengua". 

Fuimos barajando nombres de referentes y temáticas que se entrelazan, dialogan e interactúan; poco a poco fuimos tejiendo un programa con un equipo muy potente.
  

¿Podrían compartir algún ejemplo de debate o discusión interesante que haya surgido durante alguno de los seminarios durante la edición anterior?

Hacer esta elección es difícil, dado que en cada seminario había intercambios interesantes. En el seminario sobre literaturas feministas, por ejemplo, surgieron interrogantes en torno a la identidad racial de una traductora: el texto original fue escrito por una mujer afro, pero la traductora es una mujer blanca. El debate, entonces, giró en torno a la identidad racial como factor que determina elecciones lingüísticas, pues es difícil que una mujer blanca utilice el mismo vocabulario que una mujer negra para hablar de sus experiencias. En otra ocasión, en el seminario sobre traducción institucional, se habló de la colonialidad en la pronunciación: en concreto, ¿quién define cómo se pronuncia un nombre o un apellido europeo en suelo latinoamericano?

 


¿Cómo evalúan el impacto y la eficacia del programa en el desarrollo profesional de las y los participantes?

El impacto lo evaluamos por todo el feedback que fuimos recogiendo en diferentes formatos: comentarios en el chat o a viva voz, encuestas de satisfacción, comentarios en nuestras redes, posteos de la comunidad asistente y correos electrónicos. 

¿Cuáles son los mayores desafíos que enfrentan al organizar un programa de esta envergadura y cómo los abordan?

Para arribar a este presente, atravesamos turbulencias que parecían insuperables. Corrimos riesgos, nos sentimos pequeñas ante los obstáculos. Vivimos meses de ansiedad, soportamos presiones que pocas tolerarían y también –por qué no decirlo- fuimos objeto de críticas por parte de colegas que siguen agarradOs con cemento a lo que dice la RAE como máxima autoridad, asfixiadOs por ese masculino genérico que les impide ver más allá de la norma. 

Tropezamos más de una vez, cometimos errores y aprendimos de ellos, pero en ningún momento nos dimos por vencidas: siempre para adelante. "Habitar la lengua" es un proyecto profesional que no abandona la escala de lo artesanal, una iniciativa conformada por hacedoras de pequeños esfuerzos. El trabajo conjunto está plasmado en el programa de actualización profesional para el que trabajamos a sol y a sombra y en el que ponemos amor, dedicación, profesionalismo, compromiso y pasión.

Asumimos riesgos para poder cumplir con nuestro profundo deseo de aportar nuestro granito de arena a la actualización profesional en los temas sobre los que versa el programa. 

Los sueños son como el viento: los sentimos, pero no sabemos de dónde vienen ni para dónde van. Los sueños inspiran, alientan, apasionan y nos cargan de osadía, y, sobre todo, dan sentido a nuestra existencia. "Habitar la lengua" nos da sentido personal y profesional.


¿Qué le dirían a los y las profesionales de la lengua que podrían pensar "este programa no es para mí"?

Les diríamos que es un camino de ida y que, por cómo están los tiempos de cambios sociales, culturales, políticos, económicos y lingüísticos en muchos países alrededor del mundo, como profesionales de la comunicación no podemos mostrar ajenidad ni rechazo hacia estas temáticas, sino más bien apertura y curiosidad. 

Creemos que tenemos la responsabilidad ética y profesional de profundizar en las temáticas que aborda el programa, sea que no sabemos nada, sabemos poco o las rechazamos de cuajo y tenemos una postura crítica. Como ejemplo, podemos compartir que hubo un momento en que la coordinadora técnica del programa, que es de una generación joven, estuvo en contra de lo que se conoce como "lenguaje inclusivo". Sin embargo, ahora no solo es parte de este programa, sino que también ha dado talleres y seminarios en otros espacios. 

Con frecuencia, el lenguaje inclusivo se reduce a una letra (la incómoda /e/); sin embargo, como dice la lingüista Yásnaya Aguilar Gil, para muchas personas que trabajan con la lengua es difícil comprender el fenómeno del lenguaje inclusivo porque no conocen lo suficiente sobre cuestiones de género. En este programa se explora el alcance y el poder que tiene el conocimiento lingüístico para ofrecer asesoría en la creación de contenidos, para problematizar la neutralidad de los textos, para tomar decisiones lingüísticas siendo conscientes de las implicaciones de cada una, para abonar a la creación de sociedades que reconozcan y valoren la pluralidad que las caracteriza.

 

¿Qué pasos debo seguir para sumarme al programa?

Se pueden preinscribir a través del formulario disponible en nuestra web. Allí podrán marcar los módulos o seminarios en los que les interesa participar. También pueden sumarse al lanzamiento del programa, que será el sábado 16 de marzo a las 8.30 a.m. (México); 11.30 a.m. (Argentina) y 3.30 p.m. (Europa).


 

Sumate al debate "Lenguaje y empatía: abordando género y diversidad en traducción, interpretación y comunicación" el próximo jueves 4 de abril de 2024 por ProZ.com/TV:

 

Visitar la pagina del evento online »

 

 

Agradezco a Silvia y a Mariana por su amabilidad y predisposición para esta entrevista, pero sobre todo, por su compromiso con la profesión.

¡Gracias a ambas!

Topics: traducción, lingüística, inclusión, español, género

Lucia Leszinsky

Written by Lucia Leszinsky

Lucia Leszinsky es una escritora, traductora y narradora argentina que trabaja como parte del equipo permanente de ProZ.com desde el año 2008.

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